En el 2009 se aprobó el Plan de Inversiones para una Tecnología Limpia en México, el cual fue desarrollado por el Gobierno de México, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y la Corporación Financiera Internacional para apoyar objetivos de desarrollo bajo en emisiones de Gases de Efecto Invernadero. Como parte del plan, se encuentra el Programa de Energías Renovables, que incluye recursos para préstamos y donaciones para actividades de asistencia técnica. En este marco, se realizó un estudio diagnóstico de la situación actual del biocombustible en México y se elaboraron escenarios para su futuro desarrollo. Los escenarios contemplaron tasas de crecimiento promedio anual de la producción de biocombustible del 40% al 45% para el periodo 2005-2015, con emisiones evitadas de 0.51 Mt CO2e a 25.6 Mt CO2e en 2030.
México es uno de los países que más aceite vegetal consume en el mundo, lo que implica una gran cantidad de residuos de este producto. Sin embargo, a partir de 2023, la situación cambiará gracias a la transformación del aceite vegetal usado en biocombustible, un combustible que tiene múltiples beneficios para el ambiente y la economía del país. Los Beneficios económicos de acuerdo a la transformación del aceite vegetal usado en biocombustible también tiene beneficios económicos para el país. En primer lugar, reduce los costos de disposición de los residuos de aceite vegetal, lo que significa un ahorro importante para las empresas y municipios. Además, el biocombustible es un combustible más barato que el diesel convencional, lo que significa un ahorro para los consumidores y una reducción en el costo del transporte y la logística.
Para producir biocombustible a partir de aceites usados en México, existen dos opciones: pagar un precio establecido por el aceite usado que es llevado a la fábrica por recolectores independientes, o recolectar el aceite usado y pagar un precio en el lugar de origen. En 2016 la opción 1 tiene un costo mayor debido a que el aceite es el componente más caro en la producción de biocombustible, representando un 55% del costo total. En México, se paga alrededor de $7.00 a $8.00 por litro de aceite usado puesto en la puerta de fábrica, y la conversión de aceite a biocombustible es 1:1 en
volumen. En resumen, producir biocombustible a partir de aceites usados en México puede ser costoso debido al precio del aceite y el costo de recolección. Actualmente el precio puede variar por estado de la república que se puede conseguir entre 3 y 21 MXN por litro y por recolección.
En Sonne queremos enfocarnos en la recolección de establecimientos comerciales del rubro alimenticio y apoyar los avances que alcancen la transformación del AVU en combustibles sostenibles sin impacto ambiental y a costos mucho más bajos a los tradicionales.
Fuentes: https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/275444/Final_Report.pdf https://www.quiminet.com/productos/aceite-vegetal-usado-o-reciclado-77177543104/pre cios.htm
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